Oficios de la mar

Hace más o menos cien años, gran parte de los habitantes de Luanco trabajaban en oficios relacionados con la mar y la pesca. Si lees con atención, verás algunos de ellos:

La jornada del pescador empezaba de madrugada, cuando los rapaces de tierra iban por todo el pueblo despertando a las tripulaciones de las lanchas de pesca. Entonces los pescadores se dirigían al puerto, llevando la comida en un balde de madera.

El trabajo en la mar era muy duro. Los pescadores madrugaban mucho, y a menudo tenían que soportar el mal tiempo, en embarcaciones de remo y vela, para traer el pescado a casa. Cada especie tenía su temporada de pesca. Por ejemplo, durante el verano se pescaba el bonito o la sardina, y por el invierno se dedicaban al besugo o la merluza.

Cuando los hombres llegaban a puerto, empezaba el duro trabajo para las mujeres, que cargaban el pescado en cestas (paxa, en asturiano) y lo llevaban sobre la cabeza, caminando muchos kilómetros para venderlo por la calle y por los pueblos de los alrededores. A veces, en lugar de venderlo, lo cambiaban por otros productos: frutas, verduras, huevos, …, etc.

Por eso las llamaban muyeres de la paxa.

Gran parte del pescado iba a las fábricas de conservas. Al principio, la manera de conservar el pescado era en salazón, es decir, metiéndolo en sal para secarlo. Pero más adelante aparecieron las latas de conservas, que se siguen utilizando en la actualidad.

En las fábricas de conservas de Luanco trabajaban sobre todo mujeres. Ellas preparaban el pescado, lo cocinaban y lo metían en las latas, en aceite o en escabeche, que es una mezcla de agua, vinagre y azúcar.

En la actualidad, la pesca ya no es tan importante, y al igual que en otros pueblos costeros de Asturias, los habitantes de Luanco trabajan en la industria, en el comercio, o en otras actividades como el turismo.

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